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Qué es y cómo funciona OnlyFans: historia y evolución de una polémica red social

En los últimos tiempos hemos oído hablar mucho de OnlyFans, una red social para adultos que ha adquirido cierta relevancia, principalmente, por los contenidos eróticos subidos por algunas caras conocidas de la televisión.

Relacionado como está con el contenido erótico o pornográfico, el debate está servido, así que antes de hacer una valoración sobre la plataforma en cuestión y el tipo de publicaciones que en ella se estilan, hemos querido analizar en detalle en qué consiste, cuáles son sus usuarios tipo y si más allá de lo erótico puede resultar una herramienta útil para otro tipo de perfiles (músicos, artistas, etc).

Breve historia de OnlyFans

OnlyFans nació allá por 2016 como una red social que sirviera de punto de encuentro entre influencers de moda y seguidores. Su creador, el británico Tim Stokely, lo planteó inicialmente como una plataforma de contenido premium, por el que los usuarios pagaban para ver las publicaciones de sus «ídolos».

Sin embargo en 2018 la red social fue adquirida en su 75% por Leonid Radvinskypropietario del sitio web de sexo en vivo MyFreeCams, y el site cambió de rumbo y se convirtió en lo que hoy es, una plataforma para adultos, donde los creadores de contenido comparten imágenes o vídeos eróticos o sexuales, siendo estos el principal reclamo de la red.

Los influencers, músicos, actores, o caras conocidas que utilizan la red social, consiguen generar ingresos con estos contenidos, que perciben directamente de sus seguidores o de la función de pago por visión.  Y quizás por ello, cabe decir que durante los meses de la pandemia OnlyFans pasó de los 20 a los 120 millones de usuarios registrados.

Cómo funciona OnlyFans

Es necesario ser mayor de edad para registrarse en Onlyfans, tanto como creador como si eres fan. Los fans pueden crear su cuenta de forma gratuita para seguir a las personas que publican en la red social, pero para poder acceder a los contenidos en sí deben suscribirse y pagar una cuota mensual que el propio creador fija.

Además de ver los contenidos de los creadores, los fans pueden recibir también mensajes de pago con fotos o vídeos premium, así como escribir mensajes privados para hacer algunas peticiones personalizadas, y en ambos casos tienen que hacer un desembolso adicional.

Creadores en OnlyFans

Para ser creador de OnlyFans hay que crear una cuenta gratuita, verificar el registro mostrando el DNI y una foto selfie (para demostrar esa mayoría de edad) y fijar -como decíamos- una cuota mensual para la suscripción de los fans. Lo demás es ir subiendo contenido y percibiendo los ingresos.

Realmente la interfaz es muy similar a la de otras plataformas, por lo que no supone más dificultad que elegir el tipo de contenido a compartir.

En el caso de los ingresos, los creadores reciben el 80% de los mismos por sus contenidos, incluidos mensajes de pago y «propinas». El 20% restante se destina a procesamiento de pagos, alojamiento y otros servicios adicionales. Los precios que pagan los fans o seguidores pueden variar desde los 4,99 dólares hasta los 49,99 dólares, pero suponiendo que un solo creador suba contenidos diariamente, la cuantía mensual puede resultar realmente escandalosa gracias a los ingresos por los mensajes de pago (hasta 100$) y las propinas (hasta los 200$).

Si tiramos de un caso real, podemos nombrar a la actriz estadounidense Bella Thorne, que llegó a ganar un millón de dólares en las primeras 24 horas tras su estreno en la plataforma y que cuenta con más de un millón de seguidores. En España son conocidos, entre otros, los casos de rostros televisivos salidos de programas como La Isla de las Tentaciones. Actualmente hay cerca de 10.000 creadores españoles en OnlyFans, frente a más de un millón en todo el mundo. El mayor número de creadores procede de Estados Unidos (187.000), seguido de Reino Unido (65.000) y Canadá (24.000).

Perfil de Bella Thorne en OnlyFans

Perfil de Bella Thorne en OnlyFans

Si tuviéramos que resumir la práctica más común en una frase, esta sería: contenidos eróticos a cambio de dinero. Vale que como decíamos, inicialmente la plataforma no estaba enfocada en lo sexual, pero actualmente las personas que acceden a ella lo hacen sabiendo que se van a encontrar contenidos de este tipo. Es así.

Los dilemas sobre el negocio de OnlyFans

El fenómeno de OnlyFans ha dado pie a toda una serie de reacciones por parte de distintos medios y personas. Hay voces que abogan por el hecho de que no todos vemos el mundo de igual manera, y que no es del todo ético juzgar la decisión de los creadores de la plataforma, explicando que es un trabajo legítimo, aunque se obtenga una ganancia económica con la utilización del cuerpo.

Se trata de un tema delicado, y otras voces tienen una visión opuesta al tema. Algunos medios como El País lo califican como la «uberización del porno», y plantean la duda de si la plataforma abre puertas hacia la explotación sexual, sobre todo de la gente más joven que puede ver en ella una forma fácil de ganar dinero.

Igualmente, extraemos del diario El Comercio declaraciones de Nuria Coronado, periodista, quien cree que OnlyFans «maquilla a realidad con una sensación de libre elección, que encadena con la desigualdad y que por detrás está vinculada a los intereses de la industria de la explotación sexual y la prostitución«. Además, ve que en el caso de las mujeres se consolida cada vez más «el discurso machista de que el cuerpo femenino vale cuando el deseo del hombre se satisface”.

En realidad, esta asociación de OnlyFans con la explotación sexual y la prostitución es resaltada por cada vez más voces, como en el caso de Mabel Lozano, actriz, directora de cine y reconocida activista por los derechos de la mujer, que explicaba en una entrevista que «Onlyfans es una plataforma inglesa en la que consigues más dinero cuantos más contenidos sexuales subas, y ese material lo puedes encontrar, después, en línea, en Pornhub. Muchos vídeos de mujeres van a provocar sextorsión.(…) Onlyfans perpetúa la prostitución, la desigualdad entre hombres y mujeres y el machismo más absoluto».